El síndrome del ojo seco es una patología ocular de origen multifactorial con una prevalencia casi exclusiva en adultos. O esto es lo que se creía hace diez años. Cuando llegaba a la consulta un niño con escozor y picor ocular, ojo rojo, sensación de arenilla y visión borrosa, casi seguro era una conjuntivitis alérgica. Pero las cosas han cambiado. Estos síntomas, que en adultos son característicos de ojo seco (ver información al paciente), empiezan a ser el motivo de consulta de muchos pacientes pediátricos.
¿Cuáles son las principales causas de ojo seco en niños?
Vivimos en un mundo digital y los niños nos imitan. Saben decir YouTube con menos de dos años y manejan las Tablets mejor que muchos adultos. Necesitan pantallas para comer, para calmarse y para dormir. He vistos bebés con un móvil enganchado al carrito mientras los padres empujaban con una mano y con la otra tenían otro móvil. Los niños son pequeñas esponjas ávidas de conocimiento y curiosidad. Y su instinto hace que se acerquen mucho a lo que le interesa y llame su atención como pueden ser unos dibujos coloridos y con sonidos pegadizos.
No quieren perderse ni un fotograma y su concentración máxima hace que parpadeen menos causando los síntomas clásicos del ojo seco por pantallas. Si un ojo sano debe parpadear 20-22 veces por minuto, un niño delante de una pantalla puede reducir su frecuencia a 6-7 veces durante un tiempo relativamente prolongado. Pero llega un momento que los síntomas de sequedad y la irritación ocular obligan al pequeño a parpadear mucho más de lo normal y a frotarse los ojos. La mayoría de los padres consultan por este motivo.
Si a todo esto añadimos las partículas PM10 de la contaminación ambiental, el humo de tabaco (afortunadamente en disminución), la calefacción y el aire acondicionado, podemos dibujar un cuadro complejo y peligroso para los pequeños. El riesgo de infecciones aumenta por el contacto que tienen con las manos cuando se frotan, hay más incidencia de orzuelos y blefaritis y tanto la miopía como el astigmatismo pueden subir.
Prevención y consejos
La buena noticia es que con esta edad es reversible. La mala es que muchas veces se confunde con alergia ocular, el niño no mejora y si lo hace es por el acción de los corticoides indicados para tratar la misma alergia que a la larga pueden solo empeorar el cuadro.
El primer consejo es consultar un especialista en ojo seco si no tenemos claro el cuadro de conjuntivitis alérgica o si no mejora con los antihistaminicos. Pueden usar lágrimas artificiales sin conservantes siempre que el niño las necesite o incluso antes de determinadas tareas que hemos identificado como desencadenantes.
Se recomienda una buena hidratación, una dieta completa que incluya Vitamina A y un gorro con visera para las actividades al aire libre.
Pero la prevención es fundamental. Quitarle la tablet o smartphone a un niño puede ser traumático, difícil y complicado para unos padres ocupados. Pero si no nos queda más remedio que entretenerlos así y no podemos jugar con ellos, una solución sería alejar las pantallas. ¿Cómo? Podemos colgar la tele de una pared, colocándola en alto y conectarla con algún sistema smart al móvil o a la tablet y así reproducir lo que queramos a una distancia superior a un metro. El estimulo visual y auditivo es el mismo pero el esfuerzo de enfoque es mucho menor y los niños parpadean más. Además, reducimos también el riesgo de empeorar la miopía.
Es muy importante humidificar el aire si encendemos la calefacción, ventilar frecuentemente las casas y evitar fumar en el coche y en sitios cerrados en presencia de niños.
Si quiere saber más
Desde CLINISE, recomendamos consultar con un oftalmólogo especialista en sequedad ocular.
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Estila Meibopatch / Meibopatch /Theraperl