Los tipos más frecuentes de ojo seco (y los más raros)

Cuando hablamos de sequedad ocular, el paciente imagina la superficie ocular como un terreno seco y árido y que, al echar agua, vuelve a la normalidad. Muchos pacientes desconfían del diagnóstico y del especialista ya que no entienden por qué no mejoran si usan constantemente las lágrimas artificiales y el suero fisiológico. Incluso algunos no entienden cómo pueden tener ojo seco si están constantemente llorando.

Desgraciadamente la sequedad ocular es mucho más compleja. Se han descrito dos tipos de ojo seco, evaporativo y acueodeficiente, con más de veinte subtipos cada grupo. Algunos son más frecuentes y representan el 90% de los pacientes mientras que otros son muy raros y hay pocos casos descritos.

Lagrimeo y ojo seco

Se estima que el ojo seco evaporativo por disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) es el más frecuente representando el 70% de todos los ojos secos. Cuando hablamos de DGM incluimos todas las alteraciones de las glándulas encargadas de producir el componente lipídico de la película lagrimal. Hablamos de DGM cuando existe una blefaritis que afecta al borde palpebral posterior y las glándulas con obstrucción de las mismas. En los casos leves, los pacientes pueden notar una sensación de pinchazo y, sucesivamente, lagrimeo. Es un reflejo corneal que intenta restablecer la película lagrimal y proteger la superficie ocular. En estos casos, los pacientes no entienden cómo se puede hablar de sequedad ocular si están lagrimeando constantemente.

Este tipo de ojo seco necesita estabilizar la película lagrimal aportando algún componente lipídico además del acuoso.

Casos menos frecuentes de DGM

Las glándulas de Meibomio responden a diferentes estímulos y algunos fármacos pueden alterar su secreción. Por ejemplo los anticonceptivos o los fármacos que alteran el metabolismo de los andrógenos y estrógenos pueden reducir la actividad de estas glándulas y causar ojo seco. Otro ejemplo son los quimioterápicos y los usados en enfermedades tiroideas. Generalmente, el especialista en sequedad ocular suele preguntar por las enfermedades crónicas y los tratamientos a los que se ha sometido el paciente.

Ojo seco post cirugía

Posiblemente se trata del segundo más frecuente entre los ojos secos. Generalmente relacionamos el ojo seco post cirugía con el LASIK y la cirugía de la miopía por ser el más sintomático y que más lágrimas artificiales necesita. Pero existe cierto grado de sequedad después de todas las cirugías oculares. Los síntomas suelen ser menos intensos y los pacientes entienden que es parte del proceso de recuperación.

Ojo seco al ordenador

Es el tercer tipo más frecuente de ojo seco y está directamente relacionado con nuestro estilo de vida. Algunos echan la culpa a las pantallas por ser luminosas y por la luz azul. Todavía no se ha demostrado si la luz led de una pantalla daña significativamente la superficie ocular. La sequedad ocular delante de una pantalla está directamente relacionada con la frecuencia de parpadeo. Sabemos que cuando el grado de concentración aumenta, el número de parpadeos involuntarios se reduce y puede causar un ojo seco evaporativo. Es importantísimo descansar los ojos cada 20 minutos cuando estamos trabajando al ordenador.

Ojo seco por lentillas

Las lentillas en sí no secan los ojos pero, en determinadas condiciones y si están hechas de determinados materiales, pueden “chupar” de nuestras lágrimas y causar todos los síntomas de ojo seco. Desde Clinise aconsejamos acudir a centros de optometría especializados en contactología y ojo seco que puedan aconsejar la mejor solución a cada paciente. Y, por supuesto, es muy importante hidratar constantemente con lágrimas artificiales aunque no tengamos síntomas de sequedad.

Ojos secos “raros”

Existen ojos secos con una fisiopatología poco habitual. Principalmente se trata de síndromes o alteraciones genéticas muy poco frecuentes que se asocian a otras alteraciones oculares. Un ejemplo es el síndrome de Stevens-Johnson, una inflamación generalizada de las mucosas frecuentemente asociada a la ingesta de un fármaco. Este síndrome puede ser mortal si no se trata rápidamente.

Otro ejemplo son las alteraciones genéticas y congénitas como el síndrome de Turner o la ictiosis que se asocian a ojo seco desde edades muy tempranas.

También existen ojos secos raros asociados a lesiones neurológicas o a la ingesta de fármacos para la piel y el tratamiento del acné como el ácido 13-cis-retinoico o isotretinoína.

Elección del tratamiento del ojo seco

Una vez más debemos alejarnos del concepto de sequedad y de hidratación como si fuera una planta seca y lo solucionamos regándola. Para cada paciente es necesario hacer una anamnesis detallada y una exploración completa usando las tecnologías a nuestra disposición como los topógrafos con software de ojo seco. Muchas veces la causa principal no es tan evidente ya que frecuentemente nos encontramos ojos secos evolucionados a mixtos. En estos casos es necesario entender cuál es el componente principal y cortar el círculo vicioso del ojo seco usando todos los medios a nuestra disposición.

Ojo seco y Acné

El acné es una enfermedad común de la piel que provoca granos y espinillas. Las espinillas se forman cuando los folículos pilosos que se encuentran debajo de la piel se tapan.

Abre en Sant Cugat del Vallés, Barcelona, el primer centro de optometría de Cataluña afiliado a Clinise, Especialistas en ojo seco

Muchos creen que la humedad ambiental y el clima mediterráneo ayuda a contener los síntomas del ojo seco.

Óptica Lagovisión de Santa Cruz de Bezana, Cantabria, es el nuevo centro afiliado a “Clinise, especialistas en ojo seco”

La sequedad ocular es una enfermedad crónica que afecta a 5 millones de españoles según las estimaciones de prevalencia.